Una semana después del trasplante empecé a tirar guitas para encintar las matas. Aquí llamamos encintar una mata de pimiento a dirigir el crecimiento de la planta sujetándola con sucesivas rafias horizontales, una a cada lado de la planta, y con tirantas verticales para juntar y sujetar el peso del lineo.
Tengo la mayoría de las matas más o menos por la rodilla. Para regular el crecimiento, después de 20 días, ayer de mañana di un lavado del blanqueo, dejando algo de sombra. La planta empieza a demandar más luz.
En cuanto al riego, estoy dando uno cada cuatro días, 1 hora de agua con algo de acido húmico y estos días un poco de potasa para que la conductividad regule el crecimiento.
Voy alternado espolvoreo con azufre+bacilus, con piritrina+azadiractina.
Para terminar de manera distinta mi entrada número 100, un chiste que escuche el otro día, con permiso de Simón:
“Dos amigos en un bar. Uno le dice al otro:
Pepe: Antonio, ¿Qué años tiene tu zagah?
Antonio: Yo que se Pepe, va ya par de treeh plásticoh.”
Es todo, salud y buenos alimentos.